ref. 231.3467.36
Cuchillo Cecinero Troquelada de Hoja Ancha, de Acero Pulido Inoxidable, de dureza 56 HRC (+/-2), de 14″ (36 cm.).
Mango ergonómico de Madera de Jatobá.
Lava el cuchillo a mano con agua tibia y jabón suave inmediatamente después de usarlo. Evita dejarlo sucio por períodos prolongados, ya que esto puede causar manchas o corrosión en la hoja.
Mantén el filo del cuchillo mediante un afilado regular. Utiliza una piedra de afilar o un afilador manual para mantener el borde afilado y listo para cortar con precisión.
Guarda el cuchillo en un lugar seguro y protegido, lejos de otros utensilios que puedan dañar la hoja. Utiliza un bloque de cuchillos o un estuche protector para mantenerlo organizado y protegido.
Revisa el cuchillo regularmente en busca de signos de desgaste o daños, como mellas en el filo o flojedad en el mango. Aborda cualquier problema de inmediato para prolongar la vida útil del cuchillo.
Un cuchillo cecinero profesional debe tener una hoja larga y delgada, idealmente de acero inoxidable de alta calidad para resistir el desgaste constante. La hoja debe ser lo suficientemente afilada para cortar rebanadas finas de cecina con precisión y facilidad.
Es importante afilar un cuchillo cecinero regularmente utilizando una piedra de afilar de grano fino. Mantener un buen filo en el cuchillo garantiza cortes limpios y uniformes de la cecina, mejorando la eficiencia y la presentación del producto.
Para mantener la higiene, lava y desinfecta el cuchillo cecinero después de cada uso. Utiliza agua caliente y jabón, y luego sécalo completamente antes de guardarlo. Esto ayuda a prevenir la contaminación cruzada y asegura la seguridad alimentaria.
Para obtener las mejores lonjas de cecina, coloca la pieza de carne sobre una tabla de cortar estable. Utiliza movimientos largos y suaves con el cuchillo cecinero para cortar rebanadas delgadas, asegurando un corte uniforme y consistente.
Para prolongar la vida útil del cuchillo cecinero, evita cortar sobre superficies duras como huesos o tablas de cortar de vidrio. Almacénalo en un lugar seguro y protegido cuando no esté en uso, y realiza un mantenimiento regular, incluyendo afilado y lubricación del mango si es necesario.